domingo, 17 de mayo de 2009

El lirio soñado

El lirio no está marchito, pero ha pasado el mejor momento de su ser.
Su olor y su fragancia siguen diciendo que un alma enamorada lo ofreció con sumo placer.
Así lo ofrecí, pero se rechazó, no iría a la persona adecuada, si no, ¿por qué lo rechazó?
Sueño con el lirio en su esplendor, sueño con tu cuerpo junto a mí, pero sueño y sigo soñando y me olvido que los sueños, sueños son.

Pienso en tu cara sonrosada, en tu mirada clara, en tus besos apetecibles, en tus labios deseados, en tus pechos generosos: en tu cuerpo serrano.
Pienso y seguiré pensando, veré tus ojos en mis ojos, besaré tus labios en silencio y en la penumbra de mis pensamientos desearé estrechar tu cuerpo.

Pero mi importa tu alma, porque el alma viene y se queda conmigo,
va y viene y si se va, creo que volverá
Cuando alargo los brazos y no te encuentro, me pongo triste, tu alma me consuela y con tu recuerdo revivo.

Reviviré mientras pueda, mientras me quede aliento, aunque temo se gaste antes, desesperado de tanto esperar.
Mientras espere soñaré, para cuando despierte y alargue mis brazos. si te encuentro, el mejor de mis besos te ofreceré y si se alargan en vano, tal vez llore y recuerde que un sueño es un sueño, aunque merezca ser.

2 comentarios:

PHAROS dijo...

habra que ir buscando los lirios y dejar de soñarlos jajajja
Un beso

Marcos Callau dijo...

A veces vivímos de sueños...y más aún del alma. Me encantó. Me gusta mucho tu blog, he llegado de rebote pero lo seguiré.